Un funcionario por cada empresario

Acabo de leer una noticia de un blog al que estoy suscrito (se llama Moral y luces, y versa sobre noticias del mundo, dando gran peso a las noticias religiosas, que no suelen aparecer en los medios de comunicación y suelen interesarme), que se titula así: un funcionario por cada empresario. Es un poco largo, pero merece la pena leerlo.

En él se expone que en España en 2009 ya hay más funcionarios, unos tres millones y medio, que empresarios y profesionales autónomos. El dato es muy curioso, y me lleva a pensar varias cosas.

1. ¡Qué tamaño tiene el Estado en sus diferentes Administraciones! Con razón nos cosen a impuestos... ¿Son todos necesarios? Porque creo que solo debe haber los que sean necesarios...

2. ¿Qué pasa con el espíritu emprendedor? Sin esta capacidad de iniciativa, de riesgo, de lanzarse a invertir en producir bienes y servicios, la sociedad entra en la pereza, el acomodamiento, en el paternalismo.

3. Según apunta, se está incrementando sustancialmente el grado de candidatos a plaza; los jóvenes españoles son muy cercanos a la sensibilidad de puestecillo -y sueldecillo- segurete; aunque las aspiraciones de crecer y buscar uno su futuro, "quita quita". Seguiremos pagando lo de las hipotecas a 35 años...

4. ¿Qué perspectiva educativa esconde? ¿Se fomenta poco la iniciativa, la creatividad, el valor del trabajo y el esfuerzo personal? ¿O es que no se puede llegar a esto porque los docentes -funcionarios, jeje- estamos en otra cosa? ¿O es que estamos trabajando en precario y nuestro sistema educativo cada vez es menos educativo y más asistencial?

Lo que está claro es que vivimos en un mundo en el que todo cambiará mucho y muy deprisa, que la capacidad de reciclarse, de renovarse, de estar al día, será una de las más necesarias para progresar personal y socialmente. Pero también que sin iniciativa empresarial, sin ese ánimo intrépido del que observa y arriesga porque ha descubierto que él puede ofrecer algo mejor a la sociedad de lo que hay, y que con eso piensa ganarse la vida y quizá poder dar trabajo a otros, nos faltará algo...

El empresario no es el malo de la película -a pesar de lo que piensan los progres, que son también en gran medida funcionarios-; hay empresarios de todos los tipos. Pero en nuestras sociedades hace falta gente así, que sabe encontrar necesidades y ganarse la vida satisfaciéndolas.

Brotes verdes...

Mientras, las taifas repartiéndose un pastel de 11.000 millones de euros. Pero ojo, con carga al déficit público. Como en el chiste, aquel en el que el político español decía le decía a su colega alemán: "¿ves la carretera? (pero no había tal carretera) "ahora mira mi cuenta bancaria, o la subvención a la empresa donde trabaja mi hija -¿verdad señor Chaves¿, o los asuntillos de tesorería de mi partido -¿verdad señor Bárcenas?-". Ahora tendremos que decir que la carretera no está porque Ex-paña (sic) tiene que pagar la deuda contraída por el gobierno de la brotadora Salgado...

Deuda pública y déficit público disparados, caída de precios y de producto nacional bruto, caída de la actividad económica, subida de impuestos, caída de cotizaciones de la seguridad social...
¿Alguien ha visto mejores brotes verdes?

Cada vez se agranda más y más el abismo entre lo que debería ser la clase política -la élite poderosa- y lo que debería hacer para estar a la altura de su misión, y lo que en realidad es. Esto me pone triste, porque las miserias de éstos y éstas las pagaremos entre todos. Y en economía las deudas se pagan, de un modo u otro.

Perder el tiempo

Es curioso comprobar cómo a menos que uno haga acopio de diligencia, los días de vacaciones cunden poco. Se pierde mucho tiempo en no hacer casi nada, más que navegar vagamente por la red y ver televisión. Además, la fuerza de la constumbre implica pasearse casi siempre por los mismos lugares y perderse en el marasmo de información que hay en tal medio de comunicación. Pero hay tanto por hacer...
Sobre todo por absorber aquellos libros, aquellas películas que se han ido posponiendo días y días...
Sobre todo cuando este verano el futuro laboral es una incógnita mayor que la de otros veranos: colegio nuevo, sin saber el curso que llevaremos, sin saber cómo se organizan las cosas, sin saber qué grupo de personas estarán a nuestro cargo...
Un tiempo para centrarse en aquellas cosas que han sido apartadas por las ocupaciones de la Nao Santa María.

Habrá que viajar, habrá que ver, habrá que conversar, habrá que ganar ese tiempo. Con permiso, voy a ponerme a ello. Como decía hace poco, se trata de la parte diferente del año...

Catlike 2009

Me he estrenado en las grandes rutas cicloturistas. Ayer sábado 11 de julio de 2009, en Riópar, hubo una marcha de 172 km con 4 puertos de montaña (3000 metros de desnivel acumulado -la QH tiene 3600, así que no es moco de pavo), organizada por la empresa de cascos y gafas Catlike y su presidente, Pepe del Ramo. Primera Marcha Cicloturista Catlike.

Decidí hacer esta marcha porque me encontraba mejor preparado que nunca, aunque no había hecho preparación específica, luego mi objetivo era claro: terminar con dignidad. Me serví de una organización ajena, la algunos esforzados de la ruta más experimentados, sobre todo de Tomás y de Juan Antonio, dos quintanareños en los que se puede confiar... No olvido a Ángel, el panadero que con su cámara de fermentación controlada puede apuntarse a todos estos eventos... (buena inversión, tú lo sabes...)

Los fríos datos (que hice el puesto 192 de 280, tardé 6:49:32, a una media de 25 km/h -mi cuentakm me marcó 27,1 porque en el cronometraje oficial, si paras en los avituallamientos el reloj no lo hace...) no reflejan las emociones.

Lo cierto es que al principio pasé algo de miedo, porque la gente se mete por todos lo lados cuando hay fuerzas, y me tocó irme muy para atrás. Eso lo pagué, porque aunque íbamos adelantando gente todo el rato, los grandes grupetos que te llevan por lso terrenos llanos no existieron y hubo de comer mucho aire. Por cierto, que Ángel pinchara facilitó que pudiera enganchar a los compañeros, si no me hubiera tocado ir todo el rato solo... Hay que engancharse a los grupetos, pero como hay tanto descenso es difícil. Cuando el camino era cuesta arriba, adelantaba gente. cuesta abajo, me pasaba hasta el tato. Pero no hay que jugársela...

El camino era muy bonito, con multitud de zonas "dignas" de foto. ¿Pero quién se para a hacer fotos?...

Se trata de "un harta de bici", y coando se pasa de las seis horas, duele el cuello, la espalda, los pies, las pernas, las manos, el calor se nota... Vamos, que cansa. Per cualquier aficionado al ciclismo tiene que plantearse hacer alguna marcha de éstas, porque uno se siente ciclista por momentos, cuando se le prepara el avituallamiento, se le anima, se cortan carreteras, se le hacen fotos al llegar... Por cierto, no se ve bien, pero los de la foto somos Óscar Sevilla y yo...

Los hombres que odiaban a las mujeres

Los que saben sueco dicen que ésa es la traducción literal del título en sueco del largometraje, basado en la novela homónima del exitoso Stieg Larson. Ficha de la película. Web oficial.

Se trata de una película policíaca, pero diferente. Para empezar, es sueca, no americana; para seguir, dicen los críticos que ha sabido reflejar el intríngulis del libro, un éxito de ventas mundial; a continuación, porque ha sido rodada pensando en convertirse en una serie televisiva, y se han rodado las tres partes de la trilogía Millenium a la vez, más o menos como se hizo con El Señor de los Anillos de Peter Jackson.

Lo cierto es que me ha parecido una película muy interesante y entretenida, por varios detalles y planteamientos.

* La emoción se mantiene hasta el final, con giros inesperados, como se debe esperar de toda buena película de intriga.

* Es diferente: para empezar, no estamos en un fondo norteamericano, británico o español, como en la mayoría de los casos. El punto de vista es sueco, y el escenario y la sociedad reflejada es la de Suecia.

* Destaca más el mensaje que los comportamientos reflejados. Una sociedad muy evolucionada, con gran desarrollo tecnológico, pero muy fría y vacía de sustrato moral. ¿Esto era lo que decían el paraíso? Lo digo porque durente mucho tiempo, en la segunda mitad del siglo XX, el modelo sueco era entendido como el summum de lo que podía edificarse en la tierra: una socuedad democrática, tolerante, con un Estado de bienestar que salvaguardaba los derechos y el futuro de toda la sociedad. Pero las cosas han cambiado: el frío reflejado en las diversas secuencias señala más el frío que los suecos sienten sin el abrigo de los fundamentos morales que tejen una sociedad. Es sarcástico que sea del modo que es el tutor de Lisbeth...

* Los personajes son muy buenos. Para empezar, el de Mikael Blokvist, creíble a más no poder, como periodista honesto pero caído ante las redes de lso poderes. Pero el personaje que da envergadura al largometraje, supongo que también a la trilogía literaria, es del Lisbeth Salander, toda una síntesis de heroína y de antiheroína, todo en uno. Por su aspecto, por su parquedad, por su desconfianza, por la plasmación de una hosquedad y de una inteligencia fuera de lo normal... Uno no se puede identificar con ella, pero sí la puede ver como paradigma de uan mujer postmoderna que busca encontrar un camino rastreando vidas ajenas.

Creo que será un largometraje de referencia. Lo que no es poco.

Quo vadis, Domine?

En 1951 este clásico de la épica bíblica fue candidata a ocho óscars, pero no obtuvo ninguno -con permiso de Karl Malden, considero que la interpretación de Peter Ustinov mereció el premio-. No obstante, es una de las piedras miliares de un género no agotado. El tablero de juego es análogo al de The Robe: un mundo romano en decadencia que se encuentra con un movimiento religioso profundamente revitalizador, una nueva visión del mundo, del hombre y de Dios que cambia todo.

Dirigida por Mervin LeRoy con gusto, combina razonablemente bien la grandiosidad que brindan secuencias generales tales como la entrada vistoriosa de Marco Vinicio en roma, las imégenes del incendio, las del circo. Quizás en lo que más se nota la evolución del arte cinematográfico es en el tono sentimentalista de las esecnas más íntimas, pues algunos personajes tienen pocas aristas y los planteamientos son un tanto simples. Lo cierto es que la trama en esos momentos supera a los actores, salvo en los casos en que la genialidad del actor queda manifiesta.

La historia de amor entre Ligia -Deborah Kerr- y Marco Vinicio -Robert Taylor) es el hilo conductor, que además encarna el conflicto, la contraposición más profunda entre el oropel y el orden romano y su poder, el de los hombres, y un cristianismo naciente, íntegro, oculto, muy pegado a su pureza original. El asunto de la acusación infundiosa del incendio muestra que la Iglesia ha de soportar y surgir en la injusticia injustificada, manteniéndose firme en la esperanza. Marco, fiel soldado romano, experimenta a través del amor hacia la cristiana y bella Ligia un cambio progresivo, que mantiene hasta el final la tensión dramática de la obra.

En los tiempos del funesto Nerón y su poder omnímodo y caprichoso, la terrible y gran Roma se consume en su misma gloria. una fuerza espiritual puede renovar la naturaleza de uan sociedad según creencias más elevadas.

Detalles como la buena dirección de actores, que interpretan personajes señeros -los apóstoles Pedro y Pablo, Séneca y Petronio, que representan lo mejor de Roma- el valor crucial que tuvieron los estudios Cinecitá, la música de Miklos Rozsa, la escena de la pelea entre Ursus y el toro -verdadero clímax- son para recrearse.

Ese es el testimonio de la obra de Henrik Sinkiewicz, que puede llevarnos a reflexionar sobre el valor de una fe que si es vivida con autenticidad puede trasnformar las sociedades porque cambia a las personas.

Trabajar y consumir: ¿eso es vida?

Comisión permanente de la HOAC; Cuaderno núm. 2; Madrid, 2009; 31 págs. ¡1 €! ver

El subtítulo, como suele pasar, es muy aclaratorio sobre el contenido: cultura consumista y libertad del hombre.
Es un ensayo en el que se describe y analiza las consecuencias de la cultura del consumismo.
Insiste en los valores que trastocan una visión integral del hombre y de la sociedad, pues todo nos aparece transido por el mercado y más aún, por una visión reduccionista del mismo.
Así cifra los valores del consumismo en cuatro nociones que tienen no los productos, sino todas las cosas, incluso las personas y sus familias:
* ELEGIBLE.
* FLEXIBLE.
* SUSTITUIBLE.
* PRESCINDIBLE.
Como decía ayer, cada vez encuentro más valor a una noción de Juan Pablo II: la crisis que se manifiesta en asuntos económicos y laborales, educativos o familiares, políticos o culturales, en realidad es una crisis antropológica: en crisis está la visión de la condición del hombre.

El cuento del trabajo

ALCAIDE MAESTRE, Alfonso (2009); Ediciones HOAC, Madrid, 30 págs.
Precio: ¡1 €! ver

O Qué necesitamos saber para saber lo que necesitamos. En una hora escasa de lectura uno puede hacerse a la idea de muchas cosas si ese tiempo lo dedica a leer este cuadernillo. Tiene la virtud de relatar, no de pontificar, con varios giros muy interesantes. Aunque en verdad puede que mire la realidad desde un punto de vista, éste es bastante justo y razonable: recordar que en lo económico, en el trabajo, lo que hay son personas, y han de estar por encima de la mera racionalidad de los mercados. Quizá es la aportación del cristianismo y la Iglesia para el mundo de hoy.

Yo lo he leído por motivos obvios -tesina obliga-, pero excede de esos estrechos límites, porque creo que estamos en una circunstancia cultural en la que el conflicto laboral no es meramente laboral, es antropológico, y ahí se relaciona todo.

La tarea es saber escapar de la lógica del producir para consumir que lo envuelve todo, porque reduce al hombre a precisamente eso: un individuo que está siempre disponible para producir y consumir lo producido. Seguimos alerta.

Vacaciones

Llegado julio, comenzado el Tour, comienzan las vacaciones. Vacaciones de ir a trabajar, pero no del resto, pues la actividad se presenta trepidante, en la "parte diferente del año".

Ahora bien, creo que se hace necesario subrayar que toca aprovechar esta circunstancia, y para ello es más que propicio plantear y realizar proyectos emocionantes. Me planteo aprovechar el verano intensamente. Varios retos:
* Un par de viajes.
* Lectura.
* Terminar la tesina.
* Tiempo familiar.

Alguno pensará que es tiempo para el descanso, para hacer poco o nada. Supongo que hay que ser hábil para encontrar tiempo para todo. Voy a ello.

Por cierto, la foto es muy bonita. Hoy con internet no hay dato que no se puede encontrar. Y vaya narices, estaban construyendo el piso 63...

Humor sin gracia.

Me he enterado que el 30 de junio apareció en El País esta viñeta de Romeu. La verdad es que no tiene ninguna gracia. Que conste. El antisemitismo nos constó el siglo pasado muchos millones de muertos. como para no mentar la soga en casa del ahorcado...
[dicho todo esto sin caer en el sionismo recalcitrante...]

El día final

Podía titular esta entrada como "el día del gran corte de mangas", pero ha habido quienes me han recordado y manifestado que las cosas no son tan así...

Llevaba tiempo deseando que llegara este momento, porque tenía claro que la etapa de capitanazgo de la nao Sante María estaba cumplida. Eso ayuda a que los últimos días de travesía hayan sido agradables como pocos en las siete travesías que he culminado a bordo.

Me voy con la satisfacción del deber cumplido. Hace ya cuatro años que me ví abocado a rescatar la nave de un peligro inminente de hundimiento. Ha costado mucho, pero se ha calafateado convenientemente, se ha reparado el velamen y se ha aleccionado -aunque siempre a medias- a la tripulación. Así, experimento que es un navío en franco crecimiento. Hoy dejo sus pasillos y he de esquivar tres pizarras digitales a punto de ser instaladas... ¡Para muestra un botón!

Siete años de trabajo -aquí me he hecho maestro- y tres de capianía -no hay máster en enseñanza y dirección de centros mejor- son importantes. Ahora cambiamos de aires, pudiendo echar la vista atrás habiendo dejado las cosas mejor de lo que estaban antes de que llegáramos. Y que conste que hablo en plural, porque solo no he estado NUNCA. Quien está muy cerca de mí sabe que ha sido una labor en equipo. Solo por discrección omito sus insignes nombres.

Supongo que la sección de este blog habrá de cumplirse con otras entradas más evocadoras, acaso líricas. Sea.