... no yo, sino
Chesterton, el célebre escritor inglés. Se trata de una colección de ensayos y de artículos periodísticos. Para más información sobre el libro, pinchar
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Una colección en la que destila su fina ironía al punto que justifica las razones y los motivos para el paso que dio y que en su momento convulsionó el mundo intelectual inglés a principios del siglo XX. Educado en el anglicanismo, fue evolucionando hacia una postura que le hizo pasar a formar parte de la Iglesia Católica Romana.
Este giro le supuso una ingente labor de justificación, que él nunca rechazó, sino que aprovechó para señalar las aporías y las contradicciones del protestantismo inglés.
El valor de este testimonio reside en comprobar como muchos de los acentos y las críticas más usadas hacia la Iglesia y la religión católica no han nacido hoy, y que el creyente católico maduro nunca renuncia a poner letra y corazón a su descubrimiento, del cual participa siempre con muchísimo agradecimiento.
El libro es algo farragoso, y me ha llevado cuatro meses de discontinua lectura. El autor no se rebaja, y seguirlo en ocasiones es difícil, más que nada también al ser este lector lego en las pequeñas cuitas del mundo literario e intelectual inglés de principios del siglo XX.
Hay pasajes memorables, sobre todo en los que critica el montaje cultural que fundamenta el capitalismo -llama muchísimo la atención que tiene rasgos proféticos si pensamos en cómo esta montado hoy el sistema global de economía y de comercio- o el que resalté hace unos días, hablando del grandioso acto de libertad y de humanidad que supone la venida y la bienvenida de un nuevo ser humano a nuestro mundo.
Para quienes desean acercarse a una personalidad que no tiene prejuicios en poner en solfa los lugares comunes, lo políticamente correcto, hecho todo ello con lo mejor de lo comúnmente llamado como humor inglés.