domingo, 20 de marzo de 2011

La vorágine informativa


Vagamos de un lugar a otro del mundo, guiados por los medios de comunicación globales, con una velocidad solo comparable a la falta de rigor informativo. ¿Dónde está la forma verdaderamente humana de graduar el valor de las cosas? Me llama mucho la atención cómo las cosas ganan y pierden importancia sin saber muy bien según qué factores. Ayer fue Japón, hoy es Libia, mañana será... Parece que se nos lleva de un lugar a otro del mundo, también ideológicamente. Si ayer apoyar la guerra de Irak era propio de asesinos, hoy apoyar la de Libia es de humanitarios. ¿Alguien entiende algo? Mientras, la primavera avanza inexorablemente, como la cuaresma, aunque ni nos paremos un minuto a pensar sobre ello. Me siento en el medio de una corriente, comprobando lo infructuoso que sería intentar nadar enfrentándome a ella, arrastrado por la fuerza de los acontecimientos. Y solo aferrado a las cosas que siempre que creído verdaderas. Con todas mis limitaciones.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Empowering people


Dar fuerza a las personas. Así traduzco yo este lema de la compañía coreana ACER, la marca del portátil en el que estoy escribiendo este post.

Me gusta como lema para mi trabajo. Lo digo porque últimamente, tras las situaciones problemáticas que presentan mis alumnos en clase, encuentro que se trata de una forma de actuar que responde muy bien al trabajo que los maestros de escuela hacemos cada día. Dar valor, fuerza, contenido, hábito, a aquellos que la Providencia ha dejado como beneficiarios de lo bueno que pueda hacerse en el colegio. Y en la vida de cada uno.

¿No es verdad que hay personas que con solo estar a su lado parece que te devuelven la confianza y el valor de poner en juego lo mejor que uno lleva? Esos son los verdaderos maestros. ¡Qué bien pensar y vivir rodeados de personas así!

Recordemos que hay que tratar de hacerlo cada día: empowering people.

sábado, 5 de marzo de 2011

Para educar con criterio


Estar con un hijo no es cosa que pueda dejarse pasar sin por ello pagar el alto precio de perderse sus gracias y sus pequeñas conquistas. He de pagar el peaje de no disponer de mucho tiempo para
lo que antes sí tenía, pero en la vida hay prioridades...

No obstante, a veces uno encuentra un hueco por donde colgar en este rincón virtual una frase que apostilla el razonamiento anterior, y que trae consigo la ilusión de poder ser un espectador privilegiado del milagro de nacer, crecer, vivir.

Los bebés y los niños son la máxima expresión de la vida y necesitan confianza en ella, que solo se puede desarrollar a través de una experiencia amorosa y segura con el adulto. La vida es continuo movimiento creativo y tiene su máximo esplendor y realización en cualquier criatura de cualquier especie.

Lapidaria. Encontrada en el libro que ahora leo: Amar sin miedo a malcriar, de Yolanda González Vara, editorial Integral, 2010, Barcelona (p. 76). (Para padres inquietos que desean vivir intensamente una parte esencial de su vida).