viernes, 25 de diciembre de 2009

Navidad agridulce

El candor navideño es una adulteración de su auténtico mensaje, al menos en parte. ¿Qué se celebra hoy? Que hace un tiempo sucedieron unos hechos en un remoto lugar. Lo cierto es que esos hechos han configurado el mundo de un modo que solo la historia de la humanidad, cuando pueda ser evaluada en su conjunto -hablamos del final de los tiempos- podrá descifrar, aunque para ello quizás haya de hacerlo una mente sobrehumana...
Pero lo que está claro es que el mismo de hoy del pesebre, el que van los pastorcillos a adorar, el que besamos los católicos estos días cuando vamos a la iglesia, es el mismo de la incomprensión y de la muerte cruel en la cruz. Curiosa paradoja, que un genio de la música española supo expresar de un modo genial en un villancico señero: Niño Dios d'amor herido, de Francisco Guerrero, siglo XVI.
(dejo debajo la letra para ir perfilando las cadencias del magnífico coro Alonso Lobo de Cuenca al tiempo que se comprende un mensaje que no puede deajr frío más que a quien haya perdido la magia)


Niño Dios d’amor herido,
tan presto os enamoráis,
que apenas avéis nasçido,
quando d’amores lloráis.

En esa mortal divisa,
nos mostráis bien el amar,
pues, siendo hijo de risa,
lo trocáis por el llorar.

La risa nos á cabido,
el llorar vos lo aceptáis,
y apenas avéis nasçido
quando d’amores lloráis.

2 comentarios:

Biblioteca Cinco Casas dijo...

Qué bárbaro... esta versión es impresionante. Gracias por ponerla.

Anónimo dijo...

Cuanta razon tienes...

Desde luego es bonita la version, de las mejores que he oido. Buscare mas sobre este coro. Gracias