Cerrando etapas

Desde que el capitán tiene claro que esta etapa es la última, las impresiones evolucionan. La tripulación, digo como siempre, anda revuelta.
Los que estamos cerrando un capítulo, porque seguimos fieles a nuestra vocación de entregar lo mejor para hacer justicia a lo más bello de nuestra profesión, que es mucho.
Los que permanecen a bordo, porque ven que el cuerpo de guardia, el núcleo sobre el que se apoyan para holgar y maldecir impunemente, les deja en un lugar menos comodón y puede que toque llegar a la hora y salir sin mirar el reloj...

Desde la materialización de la decisión, hay un punto de liberación que hace que me vea menos presionado para ser, comprobando un poco desde fuera que hemos hecho mucho más de lo que otros han merecido y esperado, y que dado esto han preferido desperdiciar en comidillas -cuando no en solapados y fútiles enfrentamientos- un capital humano muy propicio para su propio destino.

Pero bien saben los cielos que tanto hacer como deshacer no ha venido justificado por la esperanza de un reconocimiento, sino por aquello de obrar según exigen los rudimentos de un trabajo bien hecho, aun en medio de tantos condicionantes...

Queda cerrar definitivamente el capítulo, y hacerlo como se ha hecho el resto: buscando lo mejor de lo posible, lo que en estos tiempos de indiferencia y llantos es justo y necesario.

En conciencia

Tras el pasado 7 de junio, que hubo convocatoria a los europeos para que eligieran a sus representantes en el Parlamento Europeo, toca hacer una pequeña reflexión.

Voté, y lo hice por primera vez por razones de conciencia, no de aritmética política. Voté al Partido Familia y Vida. Al final solo fuimos unos nueve mil en toda España, insuficiente a todas luces para obtener un eurodiputado. Pero creo que un partido que tiene por principio entrar a saco en el asunto del derecho a la vida merece mi voto.

Y para ello, si tienes unos ocho minutos y medio, escucha este testimonio. Yo he votado a ese partido porque no quiere que las mujeres pasen por eso. Y porque estoy muy harto de los grandes partidos que tratan de comprar nuestra voluntad en aras de una utilidad que no es sino una coartada.

Rafael Nadal: crónica de un fenómeno

Jaume PUJOL-GALCERÁN y Manel SERRAS (2009), Barcelona, RBA, 217 páginas.

Breve biografía del campeón español, en el que se relata tanto lo que no se ve en la televisión sobre sus éxitos deportivos como algunos hitos biográficos y de su mentalidad que lo conforman como alguien muy especial.

Se resaltan muchos los valores que le han hecho llegar al número 1 sin perder lacabeza: la familia, la humildad, el esfuerzo, la capacidad de autosuperación, el respeto por los rivales...

Lo cierto es que este chico es un ejemplo, porque demuestra día a día que el tesoro de un hombre es su mentalidad, su capacidad para dar lo mejor de sí mismo, y que eso no lleva consigo un endiosamiento si acaso llega el éxito. Si alguien se vuelve así, es porque no ha sabido ganar. Nadal gana, y sabe ganar.

Por otro lado, el gran valor que tiene su familia. A todos los niveles. Porque sabe que están y estarán con él pase lo que pase, y eso lo hace muy fuerte. También porue han sido ellos los que le han dicho: Rafael, por aquí no vayas. Hoy eso se echa muchas veces de menos...

Desde su derrota en octavos de final en Roland Garros he apreciado mucho más a la persona y al campeón. Este libro también ayuda.

A las buenas y a las malas

El pasado sábado 6 de junio estuvimos en Calasparra, pero no para comer arroz, sino para asistir al comienzo de la gira 2009 de Rosana, para dar realce y hacer patente el último LP de Rosana: A las buenas y a las malas. La experiencia ha sido magnífica, y todo ello por varias razones:
* Un comienzo de gira siempre es especial, porque para el propio artista es un plus de emoción y de entrega, y se nota (aunque con la canaria nunca queda mucho en el camerino...)
* El ambiente era bastante sanote, íntimo pero no faltaba gente. Es una cantante para gente común, que comparte muchos de los anhelos de sus canciones.
* El espectáculo es el común de la música pop y de cantautores actual, teloneros tostones incluidos, pero está hecho con cariño. Rosana aprecia mucho a la gente que le sigue, y no le cuesta nada reconocer que somos los que vamos a verla y cantamos con ella sus canciones los que la hacemos ser lo que es.
* Este disco tiene una filosofía muy clara: se ha visto en ella en otras ocasiones. Siempre expresa, acaso con una inocencia un tanto infantil -infantil en sentido valioso-, que lo que vale es lo que hay en la persona, que merece la pena estar en la brecha para hacer justicia a nuestros proyectos y sueños -de hecho, sueño es una de las palabras más manidas en sus letras-.
Supone pues un impulso para que cualquiera que se acerca a su discografía pueda sentir por dentro que hay más gente por ahí que, por encima de los oropeles y las cuitas, considera y hace valer sus esperanzas, las que dignifican las vidas. Y si no lo crees, escucha en este enlace la primera canción de este último trabajo.

Vitaminas para el alma.

Terminator: salvation, the future begins

Estuvimos en el estreno de la cuarta entrega de la saga "Terminator".
Ficha de la película.
Aquí hay varios asuntos que destacar, en esta intensa y ruidosa película, que tiene todos los ingredientes que deben tener este tipo de producciones: acción, fantasía, una trama peculiar y la estructura típica de los cuentos clásicos de superhéroes. La verdad es que no será un hito del a historia del cine, pero la verdad es que desborda teconología.

Quizás se le pueda criticar que hay muchos elementos ya vistos en otras películas del género, pero es que ser completamente original es poco menos que imposible. Para el que no haya visto ninguna de la entrega, la segunda entrega es la más típica en lo referente a la creación del clásico, y la primera la del guión más interesante.

No es que uno encuentre mucha profundidad en los diálogos... Pero las explosiones son espectaculares, como las máquinas - bicho - robot que skynet diseña para cargarse a todo humano viviente. La pena es que todo lo argumental es predecible; da la impresión de que lo más gordo de la saga ya lo hemos visto...

De todos modos, no deja de ser aterrador que la tecnología sea una aliada del hombre, pero también un enemigo potencial de proporciones insospechadas. En otros tiempos habría en nuestro panteón un dios de la tecnología... ¿Tendría la pinta de un cyborg asesino?

Náufrago

Ficha de la película. Robert Zemeckis, USA (2000).

La había visto en el cine hace unos años, cuando se estrenó, y ayer volvía a verla. Soy de lso que a las once y pico ya están deseando pillar la cama, que los días son bastante largos... Pero el Canal 9 pone un día a la semana "cine sense pauses", lo que se agradece en gran manera. Hasta uno ve los anuncios de antes de mepezar con otro ánimo...

Me pareció menos pesada, más lineal que la primera vez que la ví, pero igual de impresionante. Supongo que la historia será familiar; parecida a la de Robinson Crusoe, pero en los tiempos de la globalización... Hay varios detelles que me parece que hacen interesantísima la película, digo que imprescindible:

* La frase del final: "mañana amanecerá, y no sabes lo que puede traer la marea".
* Esperar -incluso contra toda esperanza-, forjar un proyecto de vida, es lo que hace humana la vida. Incluso en el peor de los lugares, que es cuando estas realidades se ponen en el brete de ser válidas o no.
* Muchas películas de este tipo son más creíbles cuando hacen ver que la persona que afronta estos retos es alguien normal, con defectos, manías, pero con algo especial. Eso está muy bien conseguido. Tom Hanks ayuda, la verdad.
* Tengo la impresión que se trata de una película muy interesante para reflexionar sobre el valor de la comunicación, sobre el significado que le damos a cosas intrascendentes, sobre las personas y el amor que es quien nos orienta, sobre el sentido de la vida.
* Hay un detalle. No encontramos ningúin elemento de aparente religiosidad en la película, pero uno puede ver en "ese algo", "esa intuición", ese instinto que hace al náufrago lanzarse a sobrevivir y al océano un hálito que escede del propio ser humano, pero que habita en él.

La escena final en el cruce de carreteras es de los momentos más mágicos de la historia del cine: ahí está la vida, ahora mismo empiezas a poder encontrar un camino, y está ahí para que tú puedas recorrerlo. Muy buena.