Conforme van pasando los días y las horas se nos van pegando muchas cosas. Es una forma de verlo.
Otra, que estamos llamados a liberarnos de las ataduras que nos oprimen para poder surgir llenos de vigor y dispuestos a cumplir nuestra particular misión en el mundo.
Es más, algunos genios saben ver lo que esconde lo que aparentemente es tosco e inservible.
Estas reflexiones me surgieron en la Galería de la Academia, en Florencia, cuando nos acercamos a ver el legendario David. Esta majestuosa escultura está el fondo de un pasillo, ilumniada sabiamente. Pero caminado hacia ella se encuentran estas cuatro. Son también del gran Miguel Ángel, y se llaman los cuatro esclavos. No sabía que existían, por lo que la sorpresa fue supina. Se trata de cuatro esculturas incompletas, que muestran el proceso de nacimiento de una escultura. Allí el volumen del cuerpo toma importancia, y las posturas se reflejan mucho más radicalmente.
La vida del hombre acaso es la tarea permanente de liberarse de las obsesiones y de las opresiones que atenazan su espíritu.
Sirven estas esculturas, verdaderas obras maestras, con el añadido de su inconclusión, para relfexionar sobre todo esto. Aunque es cierto que estas fotografías no son sino la sombra de su original. Pero es lo que se puede hacer aquí...
Esteban Fernández Cobian : Arquitectura religiosa de Polonia
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*(Rescato - con la amable autorización del autor - un trozo de un
precioso y exhaustivo estudio del Dr. Arq. Esteban Fernández Cobian,
(2007) tit...
Hace 22 horas
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