lunes, 17 de marzo de 2008

Cometas en el cielo


http://www.kiterunnermovie.com/ (web oficial)
http://www.elseptimoarte.net/peliculas/the-kite-runner-673.html (en español)

Marc Forster es el director de esta película sorprendente. No la conocía, por lo que fue elegida por descarte, pero ha sido una ocasión propicia para encontrarme con un largometraje excelente. Narra la historia de un afgano afincado en California, cuya vida aparece jalonada por los dramáticos acontecimientos sucedidos en ese país: la invasión soviética y el drama de los refugiados y el ascenso de los talibanes al poder y su régimen de terror teocrático.

No hay actores conocidos, por lo que uno puede centrarse en la historia, llena de referencias. Está narrada en dos grandes momentos: la infancia del protagonista y su madurez, que le empuja al retorno a su patria para ayudar al hijo de su amigo del alma a huir del totalitarismo de los talibanes.

Decía que hay una serie de temas luminosos:

* Es una historia de amistad. Pero una amistad inquebrantable, por encima del propio beneficio, por encima de las barreras étnicas, socioeconómicas, de carácter, como prueba palmaria de un amor que está más allá de las derivas, desencuentros e incluso traiciones. Una amistad donde reina la fidelidad, la lealtad, el valor...
* Es una historia de emigrantes, que lo son por circunstancias bélicas, políticas y religiosas. Afganistán arrasado por unos invasores que no sienten compasión por los locales; pero arrasado también por un terrorismo de estado fundado en una religiosidad fanática. La sociedad californiana donde encuentran el abrigo que les permite seguir siendo afganos en la diáspora.

* El hecho religioso aparece en la película bajo el prisma de un contraste: la contraposición entre una religiosidad que sí construye a la persona, que es piadosa y sencilla, y una interpretación politizada y fanatizada, que destruye esperanzas y llena de vergüenza.
* Es una historia en la que las cuentas pendientes del pasado siempre vuelven, porque las raíces ignoradas siempre terminan configurándonos. Una mera llamada de teléfono, desde un lejano Paquistán, desencadena toda una serie de hechos que terminan de justificar al protagonista, a quien su cobardía había envilecido en momentos cruciales. Más aún cuando el honor es una vía a la que no puede doblegarse.
* Mención aparte merece la música, pues el español Alberto Iglesias ha sido nominado al Óscar por la mejor banda sonora.

La vida dirige a sus protagonistas, quienes han de justificarse por sus propios actos, ya desde niños, independientemente de sus circunstancias. Una historia llena de sentido, la verdad. Me ha sorprendido, pues no conocía esta película. Después he leído que el director también lo es de Descubriendo Nunca Jamás, muy interesante. La coloco entre las mejores que he visto desde hace un tiempo.

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