jueves, 9 de octubre de 2008

¿Qué me propone el ateísmo?


El absurdo o el misterio... Así se titulaba un libro que leí hace más de diez años. Jean Guitton proponía ahí una serie de disyuntivas que, en el marasmo de su propia experiencia, iba situando nuestras opciones. Así, sabiendo lo mucho que supone optar, la experiencia de construir sin referencias trascendentes lleva por caminos truculentos. Recorro de puntillas el siglo XX: nihilismo, deconstrucción, fascismos, nacionalsocialismo, socialismo real, agnosticismo... ¡Qué drama!
Muchas veces siento que he de caminar hacia delante siempre para poder seguir en la senda de la fe; quedarme quieto a verlas venir traería consigo el poder de la sospecha. Eso sí, saberme acompañado por un Amor originario, aun escondido, fortalece mis pasos.
El cielo negro y vacío no me ofrece poco, acaso la noche infinita de la nada, acaso la vanidad de nuestras más hondas esperanzas.
Ciertamente, y perdón por la intimidad, no sabría desenvolverme sin confiar en una realidad que redime mis miserias, que salvará al final a todos cuantos amo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy interesante Pedro, a mi este tipo de comentarios siempre me hace pensar en positivo, me gusta esa fislosofía y esa forma de verlo..., no es una mala opción, es digno de alguien inteligente...