domingo, 12 de julio de 2009

Perder el tiempo


Es curioso comprobar cómo a menos que uno haga acopio de diligencia, los días de vacaciones cunden poco. Se pierde mucho tiempo en no hacer casi nada, más que navegar vagamente por la red y ver televisión. Además, la fuerza de la constumbre implica pasearse casi siempre por los mismos lugares y perderse en el marasmo de información que hay en tal medio de comunicación. Pero hay tanto por hacer...
Sobre todo por absorber aquellos libros, aquellas películas que se han ido posponiendo días y días...
Sobre todo cuando este verano el futuro laboral es una incógnita mayor que la de otros veranos: colegio nuevo, sin saber el curso que llevaremos, sin saber cómo se organizan las cosas, sin saber qué grupo de personas estarán a nuestro cargo...
Un tiempo para centrarse en aquellas cosas que han sido apartadas por las ocupaciones de la Nao Santa María.

Habrá que viajar, habrá que ver, habrá que conversar, habrá que ganar ese tiempo. Con permiso, voy a ponerme a ello. Como decía hace poco, se trata de la parte diferente del año...

No hay comentarios: