viernes, 4 de junio de 2010

¿Turquía en la Unión Europea?


La Unión Europea está en una de las fases más complicadas de su historia. Las corrientes mayoritarias de opinión, dirigidas por las castas políticas enel poder, van en la dirección economicista: es decir, que el problema está en los asuntos económicos. Pero no estoy de acuerdo. Creo que el problema está en que Europa no cree en su propia identidad. El otro día Joaquín Sabina decía que Europa es una señora menopáusica y enjoyada. Creo que el problema es que Europa ha renunciado a su identidad, y vive huérfana, desorientada. La Unión Europea nació al albur del estremecimiento ante los totalitarismos nazis, fascistas y comunistas, que se cargaron de un plumazo la esperanza de un equilibrio de poderes entre naciones poderosas pero enfrentadas y provocaron las innumerables vergüenzas del siglo XX.

Hoy, tras el fracaso de la Constitución Europea -yo voté no a esa constitución, y lo hice por estas razones-, me pregunto si Europa sabe a dónde va. Creo que no. Europa nace de la filosofía griega, del derecho romano y de la religión cristiana. Quitando eso, Europa no es nada. Un mercado o un museo. Pero nada más.

Parece que incluso quiere integrara un país que tradicionalmente ha sido la gran amenaza de Europa, Turquía. En ninguno de los actos fundacionales: ni en Roma, ni en Grecia, ni en el Cristianismo, está la nación otomana. Sé que las cosas cambian, pero los aspectos identitarios cuentan. Yo preferiría que se considerara a Turquía un país asociado, pero no integrado en Europa. Porque nunca lo ha sido.

Últimamente, con el incidente de la flotilla de la libertad, pues otro motivo más.
"Europa, sé tú misma; aviva tus raíces."

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