domingo, 31 de mayo de 2009

Ángeles y demonios


La película está basada en el libro de Dan Brown, escrito con anterioridad al famoso Código Da Vinci, y escrito en la misma lógica y siguiendo una trama similar, una serie de pistas que dan lugar a una carrera contrarreloj por Roma. Ficha de la película.

Se trata de un largometraje largo, casi dos horas y media de acción y de planteamiento casi... El casi es que Dan Brawn es un especialista en coger retazos y elementos parciales y con ellos crear una trama donde la intención del guionista no está exenta de la seducción del poder del simbolismo inherente al cristianismo y a supuestas desviaciones interesadas. Eso da mucho juego.

De todos modos, hay varios elementos destacables:
* El poder de los símbolos, que es muy reivindicado. Lo que pasa es que los propios símbolos son directamente interpretados con celeridad, sin dejar que la propia virtualidad y el significado sea menos directo, menos dirigido.
* El diálogo entre ciencia y religión, que quizás sería el planteamiento más interesante, está desvirtuado: la religión es entendida desde el fideísmo y la ciencia desde el positivismo. No hay puentes, aunque por ahí vaya la verdad. Pero es que el valor de la película no es la verdad, sino el éxito comercial...

El caso es que uno pasa un rato entretenido. Nada más, y nada menos.

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