lunes, 24 de agosto de 2009

Carta abierta a la nueva directora


Antes de terminar el curso 2008 - 2009 tenía claro que dejaba el cargo de capitán de la nao Santa María. Pero que iba a ser relevado. Y aunque no las tengo todas conmigo, pensé escribir personalmente a esta nueva directora algo que le pusiera en contacto con la responsabilidad que había de afrontar...
No lo hice, por aquello de las distancias... Pero creo que puede ser un testimonio de lo que en este momento de cambio incipiente. Supongo que no llegará a leerlo, pero me importa poco.

A la nueva directora:

Te paso el testigo. Y te escribo esto porque a mí me hubiera gustado encontrarme allá por junio de 2006 -no hace tanto, ya mandaban Zapatero y Camps- algún tipo de bienvenida... pero no lo tuve. Tú sí (pensaba enviarla, palabra). Allá va.
Te contaría muchas cosas: que te ha caído una buena, que vas a aprender mucho, que tendrás que vivir con la permanente sensación de que es imposible controlarlo todo y que la liebre puede saltar cuando menos se le espera... Con franqueza te puedo decir que encuentras el colegio bien. Peor de lo que me gustaría, pero mucho mejor de como lo encontré. En eso tienes más suerte que yo.
Estás ante una etapa fundamental en tu vida profesional. Aprovéchala para crecer como persona. Eso es lo importante.
Se dice que tienes que liderar un proyecto educativo. Ahí tines que empezar desde abajo: yo sabía que mi puesto era transitorio, por eso no he querido marcar mucho el centro con mi visión de la educación; tampoco creo que hubiera generado consenso, por lo que hubiera tenido que luchar sin poder encontrar fruto; eso exige al menos el medio plazo, cosa que yo he querido agotar. Mi vida va por otro camino.
Elige bien tu equipo directivo. Debe ser un remanso de paz; si también tienes que gastar energías en ese ámbito te puede pesar. Yo en eso he tenido un privilegiado; AB y MM han cumplido con creces. N también lo ha hecho muy bien.
El claustro supondrá un reto complicado. Los profesores de este centro, los que os quedáis, son muy adictos a su librillo, cada uno con sus cosas, cada uno con sus pequeños castillitos. Vigilarán que sus posiciones no peligren, y si encuentras gente que arrime el hombro, cuídala con esmero. Eso no es fácil de encontrar. Tristemente es así.
La Administración tiene su propia lógica; deberás aprender a entenderla. De un modo peculiar, la de quien es parte de ella, su representante -el Director no es un maestro más, por suerte o por desgracia-, pero que te mira como alguien que está fuera.
¿Los padres? Los necesitas a tu favor. Pero el peloteo vacío es un riesgo... Si te pillan estás perdida. Tenerlos contigo, pero sin que se metan en tu trabajo...
Y sobre todo, habrás de querer mucho más que ahora a los alumnos. El amor hace que sus cosillas te resulten importantes, y podrás sacar fuerzas de flaqueza para poder ayudarles. Ésa es tu obligación primera. Cúmplela.
No delegues funciones para librarte de ellas; hazlo para implicar a la gente, para que pueda sentirse importante, porque lo son. En soledad no puedes hacer casi nada.
No quieras cambiar todo. Hay cosas que funcionan muy bien.
Mi tiempo en este colegio ha terminado. Han sido siete cursos inolvidables. Pero espero que lo bueno que yo haya hecho al menos se mantenga. Pero espero más aún que lo bueno que aún no se ha hecho se haga. Y que lo malo se corrija.
Te deseo de corazón todo el éxito del mundo -aunque quizás diverjamos en lo que entendemos por éxito...- Que el tiempo que ya viene te sea propicio.

A partir de ahora: Pedro Cubero: ex-director del C.P. Cristóbal Colón de Sax.

Cuando escribí esto -hoy trnascribo- no sabía quien sería la directora. Hoy lo sé, y mi esperanza flaquea...

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