domingo, 18 de julio de 2010

Cuestiones curiosas de ciencia


Scientific American, Cuestiones curiosas de ciencia, Alianza Editorial, Madrid, 2007.

En unas 250 páginas se suceden una serie de miniartículos de divulgación científica. Sin abusar de términos técnicos, explicándolos en todo caso, sin marear con fórmulas difíciles de comprender en una lectura relajada y veraniega, diversos científicos norteamericanos desvelan las entrañas técnicas de hechos curiosos, organizados según las diversas ramas del saber científico, en su vertiente de ciencias naturales.

Esta lectura me ha supuesto un nuevo reencuentro con un campo del saber humano que tengo bastante desatendido, pero no por falta de devoción, sino de ocasión... La divulgación científica es un género literario que me ha apasionado casi siempre, acaso por mis estudios de secundaria y de universidad, antes de decantarme por el magisterio.

Es muy bello descubrir leyes en el mundo natural, pues siempre me ha asombrado que la forma de comportarse del mundo se ajuste a nuestra descripción basada en regularidades y en un lenguaje, el matemático, que ¿habla en el mismo lenguaje en el que fue diseñado el cosmos? Esta cuestión es fascinante, porque si esto es así... ¡menudo tema! Pero si es solo una aproximación, ¡qué intento más genial! Me asombra esa capacidad del ser humano por buscar la verdad de las cosas, su perseverancia, su talento. La inteligencia humana es algo maravilloso. Y luego está también el genio de saber aprovechar estos conocimientos para hacer más confortable nuestra vida.

Por otro lado, me da bastante envidia que este libro esté escrito por decenas de científicos estadounidenses y canadienses. Ahí sí que hay una política de apoyo al saber científico. Creo que es una clave que en nuestra sociedad se nos está escapando un poco. ¿O no solo un poco? Creo que el mayor tesoro de la humanidad es el valor del ingenio humano. Cualquier medida que lo promocione es valiosa.

Pero no me voy por las ramas. Con una formación científica de Bachiller es más que suficiente para disfrutar con esta lectura. Bravo por esta edición.

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