sábado, 31 de mayo de 2008

Etapa con final en alto


La nao ha doblado el último cabo y se dirige hacia puerto. Ya estamos en junio. Ahora bien, aunque el mar está plano, si la calma no se ve enturbiada por galerna o tempestad, el capitán no hace más que ver allá a lo lejos el final, tras una serie de rampas y revueltas dolomíticas. Quizás con el cansancio viejo del anterior empresa, que en julio dio por terminada agotado y agobiado, quizás con todo el lastre adicional de veinticinco cursos -seis propios, diecinueve ajenos- que tocan ser conmemorados.
La tripulación anda menos revuelta de lo que en principio podría darse -dadas algunas absurdeces y mezquindades-, quizás porque no tiene nada confesable que reprochar, y eso ayuda a encarar un final con perfil quebrado.
Que el viento nos fuera propicio ayudaría a llevar a buen recaudo el viaje 2007 - 2008. Y el capitán deseando terminar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido Pedro, en ese momento mi intención era, para tu reflexión, la de transmitirte ánimos y que pensaras en los que su travesía es aún más larga y navegan más a menudo con viento y tempestad, no viendo tierra en el horizonte.
De la tripulación, ni hablamos, anda revuelta a todas horas y aún peor, soportando la mala intención e intransigencia, dicho de manera suave.

Un saludo de un amigo y admirador.

Recuerda, nada de congelaus.