sábado, 27 de septiembre de 2008

¿Quién tiene la última palabra?


Dejando a un lado la propaganda...
Cuando una mujer ha quedado embarazada, es cierto que ha surgido una nueva vida, que está gestándose en su seno. ¿O no?
No obstante, cuando se plantea lo que se llama "interrupción voluntaria del embarazo", ¿nos planteamos que se trata de una eliminación voluntaria de ésta?
Si lo hacemos, ¿acaso no nos erigimos en sus dueños y señores para en ejercicio de nuestro poder eliminarla? ¿Tenemos (las madres, los padres, los médicos, los políticos) ese poder?

Si así es, quedo perplejo, la verdad.

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