Slumdog millonaire

El perro callejero millonario -ése es su título literal, y dice mucho del argumento- ha sido la película más premiada por la Academia de Hollywood en los Óscars para el 2008. Ocho estatuillas no son fáciles de conseguir. Quizás por ello, y un poco por la publicidad que se le ha dado, me acerqué el viernes pasado a verla en el fin de otra semana movidita más -ojo que me acostumbro...-

No defraudó nada de nada, y salí del cine con la sonrisa en la boca. Y eso que la película no ahorra dureza de la que se ve, pero más aún de la que se sospecha.

Danny Boyle, de quien se puede conocer Trainspotting (1996) y La Playa (2000), ha tejido una historia llena de referencias cruzadas. Lo hace con una forma de narrar un tanto original, pues todo transcurre durante la emisión de un programa de televisión, que es el de ¿Quién quiere ser millonario?, el que presenta Sobera de vez en cuando antes de las noticias de la tarde. Resulta que la casualidad, o el destino, o vaya Ud. a saber qué o quién, hace que cada una de las preguntas del concurso tengan una referencia directísima con la biografía del concursante...

Para no destripar el argumento, hay que decir que en numerosos flash-backs no cuentan su vida y milagros, destacando una serie de referencias fundamentales, que dejan ver el genuino mensaje que transmite la historia -se entiende que a mi entender-:
* El valor del optimismo, aunque parezca mentira.
* A veces lo inesperado llega; aunque sin esfuerzo se marchará tan fácilmente a como llegó.
* El amor que da sentido a la miserias vividas, es lo que nos salva.
* En realidad en la India hay situaciones sociales que claman al cielo.
* Si el desarrollo es que terminen pareciéndose tanto a nosotros los occidentales, ¿es un buen modelo?
* Las experiencias vividas condicionan mucho, pero hay siempre una oportunidad para lo mejor; aunque siempre está presente el riesgo de la destrucción personal.

Si la tienes a mano, no perderás el tiempo. Échale si quieres un vistazo al trailer.