viernes, 30 de octubre de 2009

El gran viaje


Llega noviembre; a pesar de que estos días todavía no hemos pasado frío, ya nos han cambiado la hora, ya están los chiquillos con el Trick or Treat (truco o trato) vestidos de brujillas o de fantasmas. El campo se prepara para dormir el sueño del invierno, recogiendo sus cantares y rumores infantiles. El otoño es el presagio del invierno. El otoño es el mes en el que nos llega el recuerdo de la muerte, con la fiesta de todos los santos y de todos los difuntos. Dejando a un lado reflexiones sobre Halloween -que ya hice en otro momento- quiero aquí trasponer un interesantísmo artículo de Eugenio Trías sobre la muerte.

NO es posible sublimar el carácter salvaje y despiadado que la última nota de la vida en este mundo siempre posee. Toda muerte constituye una irrupción intempestiva con carácter de miraculum siniestro. Llega siempre a destiempo, «como un ladrón en la noche». No permite mediación ni conciliación. Se halla en máximo abandono respecto a toda imaginación simbólica. Revela las insuficiencias de toda concepción racionalista del mundo.
Deja la muerte, inevitablemente, toda vida en condición de puro escorzo, como fatal torso fragmentario, o en estado de ruina irremediable. Hija de Hades y de Thanatos, incuba sus letales huevos en el desenlace de toda vida.
La muerte es, quizás, un point d'orgueinquietantemente prolongado. Desde aquí, desde nuestra perspectiva mundana y carnal, se muestra como helado y sepulcral calderón que pone punto final a la partitura de la vida. Desde una percepción espiritual puede presentirse, sin embargo, como pasarela hacia otra vida mejor. Como silencio expresivo sería rampa de lanzamiento hacia una vida diferente. (seguir leyendo)


Son dos folios; vale la pena imprimirlos y reflexionar...

Creo que la mejor forma de hacer justicia a los misterios de la vida es afrontarlos y aprender a descubrirse hombre con todos los hoermanos que han compartido esa gran impresión. Me recuerda If, de Kipling.

1 comentario:

Mónica dijo...

¡Hola amigo! Hacia tiempo que no entraba en este espacio tuyo, y no porque lo tuviera olvidado, sino porque, como tú bien señalas en algún escrito,"a veves lo urgente relega a lo importante". Realmente me ha gustado muchísimo todo lo nuevo que has escrito, me ha despertado muchos sentimientos, y es que, últimamente estoy en un período muy critico con todos mis principios y creencias, en lo personal y sobre todo, laboral. Este artículo, siguiendo tus consejos, lo he impreso para leerlo detenidamente, y los demás ahí van dando vueltas en mi cabeza, te contestaré cuando tenga ideas más claras. En esta entrada simplemente quería decirte "gracias", simplemente porque tus escritos siempre son como un regalo para mí, me hacen reflexionar sobre ideas que siempre circulan por mi cabeza y me ayudan a encauzarlas de una u otra forma, por eso siempre dejo lo de entrar en tus blog, tanto este como el profesional ,para cuando tengo "tiempo para mí misma" (que no es mucho, la verdad...), me gusta saborearlo como una aficción más. Bueno, tengo que irme a estudiar un poquito, el deber me llama..., también voy a leerme el artículo, a ver qué me aporta, e intentaré hacerte pronto más comentarios, un beso, nos vemos pronto...