sábado, 6 de marzo de 2010

¡Ay!


Sigo perplejo. El estropicio moral de convertir el útero materno en un lugar peligroso para la vida (¿cabe mayor aberración?) me causa un gran estupor. Por razones poderosas estoy sensibilizado ante este tema...
He leído un artículo de Ignacio Sánchez Cámara que se titula Derecho a matar. Es muy clarificador, y supone una denuncia llena de dolor y de sentido común. ¿A dónde nos están llevando? ¿Hasta cuándo seguirá esta escalada funesta?

Al decir “todos” y no “toda persona”, la Carta Magna pretende incluir al no nacido. Estamos ante el mayor despropósito legislativo de la democracia. Si la madre decide si tiene el hijo o acaba con él, bien podemos decir que, ahora, nadie tiene en España derecho a la vida. La vida es una arbitraria concesión materna.

Se ha consumado la aprobación de una ley inicua, quizá el más grave error jurídico de la democracia. Mientras, el presidente del Gobierno proclamaba en la ONU, a propósito de la pena de muerte, que nadie tiene derecho a quitar la vida a un ser humano. A menos, al parecer, que aún no haya nacido. Lo que era un delito es ahora un derecho. A pesar de que se intentó negar la realidad, el artículo 18 lo configura como un derecho de la mujer. No se trata de una mera despenalización, sino de su configuración como derecho; esto es, como algo que puede ser legítimamente exigido de los poderes públicos.

La ley, que entrará en vigor dentro de cuatro meses, entraña una transformación radical de nuestro derecho y de la concepción sobre la dignidad de la vida humana. Lo que era un delito es ahora un derecho. A pesar de que se intentó negar la realidad, el artículo 18 lo configura como un derecho de la mujer. No se trata de una mera despenalización, sino de su configuración como derecho; esto es, como algo que puede ser legítimamente exigido de los poderes públicos; es decir, no algo meramente lícito, sino exigible con la fuerza del derecho. No es que se despenalice matar en ciertos casos; es que se proclama como derecho. Hay un derecho a matar.
(seguir leyendo...)

No hay comentarios: