miércoles, 3 de marzo de 2010

Sin perdón


El título le hace muchísima justicia. Un western de los de siempre, donde las normas son hechas a punta de rifle y de revólver. Ficha de la película.
Clint Eastwood recibió el honor del Óscar a Mejor Película y Mejor Director en 1992, y la verdad es que es una película sin concesiones. Los personajes son magníficos, llenos de claroscuros, cuya tortuosa vida interior está retratada de modo muy sugerente.
La película atrapa a quien le gustan este tipo de películas, y como obra de género me merece el calificativo de obra magistral.
La he estado viendo en versión original. Se pierde algo de información, aunque estén los sibtítulos para ayudar. El acento americano es complicado de entender, se arrastran mucho los finales. Pero se gana pureza y se advierte mucho más el sonido de los actores. Además, como creo que hay una buena película cuando no solo hay unos principales geniales, sino unos secundarios solventes; aquí se cumple.
Willy Manny encarna al héroe maldito, el atormentado pistolero que se ve abocado a vengar la injusticia. El tema de la redención imposible más que a través de la brutalidad. Para este tipo de gentes, en tiempos y lugares muy duros, tiempos de pioneros, a caballo entre la leyenda y la historia, ha servido al arte cinematográfico como tema para obras como esta.

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