lunes, 26 de abril de 2010

Solo ellos


La película que pintaba algo menos dramática cuando se ve el trailer... Ficha de la película.

Resulta que es el típico padre al que su éxito profesional ocupa demasiadas de sus obligaciones paternas, cuya vida personal está quedando entre paréntesis, que ha tenido la suerte de encontrar una mujer que suple sus carencias. Pero esto llega hasta que una enfermedad fatal se la lleva, por lo que de golpe y porrazo ha de afrontar lo que es su vida de verdad.

El mundo se le viene encima, y se ve obligado a ser adulto de una vez. Como es periodista deportivo, la vida es un juego. Pero ahora tiene dos hijos, de dos matrimonios diferentes, que necesitan un padre. La película nos cuenta el dolor de su evolución como tal.

Todo gira en torno a cómo el personaje que encarna Clive Owen va afrontando estas situaciones. No es una historia de su éxito, y quizás por ello se hace más accesible: cuando los personajes se muestran vulnerables y débiles es más fácil identificarse con ellos, y extraer enseñanzas para la propia vida. Siempre me interesa el poder pedagógico del cine para mostrar situaciones humanas.

Aquí sigue mostrándose un asunto que cada vez es más presente en el cine actual: después de todas las revoluciones habidas y por haber, la familia sigue apareciendo como lo irrenunciable, como la referencia fundamental.

Por cierto, los paisajes australiannos en los que se ambientan algunas secuencias son muy bonitos.

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