lunes, 1 de diciembre de 2008

Quantum of solace


Ficha de la película.

Otra, la 22ª, del superagente del MI-6 británico. Sirva como lectura de Marc Forster (Cometas en el cielo, 2008; Descubriendo Nunca Jamás, 2006) del clásico mito, lo que supone de aparición de estereotipos vistos una y mil veces... 22 concretamente.

La quintaesencia del cine como entretenimiento.

Quizás hay que valorar este producto por lo que es capaz de sorprender al espectador, no solo con el toque narcisita e irónico del galán que resuelve las situaciones más inverosímiles con violencia y clase a la par, pero siempre con él.

El culto a lo comercial, si bien no muy loable éticamente, funciona. Como decía hace unos años un spot de Canal Hollywood: "a mí, el cine experimental paquistaní no es que me guste mucho... donde esté una peli buena buena..." Pues eso.

Daniel Craig hace de Bond, algo tosco para quien ha visto las de Pierce Brosnan y Sean Connery; un argumento bastante confuso, sobre una camarilla internacional de peces gordos infiltrada hasta en el mismísimo.

Si uno busca un rato de evasión, el producto se deja consumir. Y el derroche en situaciones imposibles queda bien.

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