El trabajo es lo que tiene, que ocupa mucho de lo que nos preocupa. Y no es cuestión secundaria, porque cuando además se trata de trabajar con personas, se trata de tratarlas como Dios manda, cosa nada fácil cuando uno está agobidiallo. Me resulta curioso comprobar como hay días buenos en este sentido y días peores, como si te dejas llevar por las furias y desencantos puntuales, terminas por mandar a escardar cebollino los buenos própósitos, creando un problema mucho mayor del que había.
Ojalá y supiéramos aprender mejor de los errores de este tipo, porque creo que en saber hacer este tipo de cosas bien hay mucho de camino por recorrer.
Me gusta leer la vida a través del símbolo del camino. Ser peregrino a Santiago me ayudó mucho para comprenderla así. Y en el camino hay días para todo. Aunque da una rabia perderse... Por eso, atento a la hoja de ruta, y no te saltes las señales, que luego hay que volver sobre los propios pasos.
A 10 años de la canonización de Juan Pablo II – Recordando (7 de 10)
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Cambio de hotel el miércoles, con la consiguiente pérdida de tiempo, pero
ahora estoy más cerca de la Basílica de San Pedro y pude llegar bien a la
Au...
Hace 6 horas
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