A alguno le parecerá algo pueril, pero hoy he subido la imposible. Para mí supone la superación de un reto. Llevo intentándola subir desde su descubrimiento, hará ya cinco años. Lo había intentado más de diez veces, pero nunca pude.
Hoy sí. Algo genial.
El paisaje desde lo alto de la rampa, con todo el valle del Záncara a la vista, en la finca La Encomienda, es quizás una de las sorpresas que tiene mi pueblo. No llevaba cámara de fotos, pero Jesús sí. A ver si la consigo y la publico, aunque lo mejor sería poder llevar a que la viera a algún otro apasionado de las ruedas a tracción humana...
La foto de este post lo he sacado de la red. Lo digo por si alguno intenta reconocerme...
Fantástico lo de la bici. Hasta pronto. Y gracias por tu visita!
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