domingo, 11 de octubre de 2009

Menudo comité...


Resulta que un nombrado órgano colegiado de sabios denominado Comité de Bioética de España (estos de la foto) ha emitido un informe (36 páginitas de nada) sobre la ley sobre blablabla (sobre el aborto, vamos, que habrá que ver cómo se denomina en la neolengua que mandan los ingenieros sociales al uso).

En el fondo da un barniz intelectual a lo que es una nadería moral: el derecho a vivir del concebido y no nacido depende de la voluntad de su madre, a la que no se apoya para que siga adelante con su embarazo como un bien moral, personal y social.

Resumo las conclusiones (entre paréntesis mi opinión):
1. El Derecho no puede inhibirse ante el drama del aborto (por supuesto, matar personas debe ser delito, y hay que apoyar con toda la fuerza del Estado y de la sociedad a esas mujeres embarazadas, que dentro de sí tienen el futuro del hombre, de la sociedad).
2. La ley actual ha sido un coladero de abortos (claro, y esta va ser más).
3. Debe diferenciarse entre edad gestacionaria y embrional (eso es absurdo, el desarrollo que esos expertos experimentaron dentro de sus madres fue continuo).
4. No hay acuerdo científico sobre cómo se gesta la vida humana (y les parece que, por ejemplo, lo que propone el gobierno está bien...)
5. El Tribunal Constitucional marca que hay que defender al ser humano no nacido y a la madre, pero que no son valores absolutos, por lo que hay que regular cuál prevalece (lo que dije, poder de diosas, de las que deciden sobre la vida y la muerte de otros seres humanos).
6. Está bien que a la mujer no se le pregunte por qué quiere matar a su hijo -perdón por lo escabroso, digo interrumpir su embarazo y soy más moderno-, y que eso no supone carta blanca, porque no es durante los nueve meses de embarazo (¡recórcholis! si durante un momento de mi vida, es legal que alguien ordene mi eliminación y otro grupo la ejecute, ¿eso es protección? ¿Estos son catedráticos? ¡Flipo!)
7. Que abortar sea legal no implica que todo el mundo tenga que abortar (aquí han estado sembrados: matar no es obligatorio. Menos mal, ¡muchas gracias señores legisladores!)
8. Esto no puede separse de una efectiva educación sexual y reproductiva (según qué orientación tenga...).
9. Está bien que las chicas desde los 16 años no tengan que informar a los padres antes de eliminar voluntariamente a su hijo -perdón, interrupir su embarazo, se me ha vuelto a escapar- (y luego la familia está en crisis, con medidas así seguro que va a mejor...)
10. Los equipos médicos pueden negarse a eliminar niños no nacidos (estaría bueno...)

Hay un voto particular, de César Nombela, por el que disiente de la opinión de este comité, argumentando que dicha opinión incurre en una flagrante contradicción, pues reconoce a la vez que existe desde la concepción una endidad biológica nueva -una persona nueva, para entendernos- y que puede eliminar voluntariamente dicho ser estando ya vivo. La emergencia de propiedades está cifrada en la nueva información genética que se produce en le momento mismo de la concepción. Así, habla de ponderación de intereses contrapuesto injusta y de pragmatismo sesgado.

Perdón por la longitud del post, mayor de lo habitual. Pero quería desvelar la racionabilidad ética de los abortistas.

No hay comentarios: